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Cómo prepararse para la adopción de un gato

En los hogares canadienses, el gato es la mascota más popular, tanto por la cantidad de hogares que tienen uno, como por el número de ejemplares que pueden encontrarse bajo el mismo techo. Generalmente, la adopción de un gato no se planifica tanto como la de un perro. Si bien es habitual informarse sobre la raza y las necesidades de conducta del perro antes de iniciar el proceso, la llegada del gato a la familia suele ocurrir sin trámites previos por parte de los adoptantes (artículo sobre el gato adecuado para ti). En efecto, suele suceder que un gato de exterior elija quedarse en un patio trasero hasta que la gente lo haga ingresar a la vivienda. Otras personas, en cambio, no pueden resistirse al encanto de un gatito en una vidriera. ''Un gato es simple e independiente y se las arregla por sí solo. ¡No hace falta sacarlo para que haga sus necesidades ni llevarlo a dar largos paseos diarios!'', dirán algunos. ¿Es realmente así? 

Adaptar la casa para que responda a sus necesidades

Eliminación: preste especial atención a las bandejas de arena. Su cantidad, ubicación, tamaño, el sustrato utilizado y su mantenimiento cotidiano son factores importantes que determinarán si el gato las usará o no para hacer sus necesidades. 

Alimentación: consulte a un equipo veterinario para elegir el alimento adecuado y colóquelo en estaciones interactivas.

Socialización y soledad: planee momentos de juego e interacción todos los días. Cuando haya niños en el hogar, establezca un espacio en el que el gato no sea molestado. De esa forma, sabrá en dónde refugiarse si desea estar solo.

Actividades físicas y descanso: déjele el acceso libre a las ventanas, agregue repisas a las paredes para aumentar las superficies en altura, improvise escondites en el suelo, bríndele juguetes seguros (pelotas, ratones, serpientes), colocándolos en los lugares por los que el gato pasa, y rótelos regularmente para que no pierda el interés

Una llegada apacible y con muchas experiencias placenteras

Si uno o más gatos ya están viviendo en la casa, es esencial presentarlos adecuadamente para favorecer el buen entendimiento entre ellos. Una presentación gradual y asociada a actividades placenteras es fundamental. 

Si el nuevo gato va a ser el único animal de la familia, también es conveniente aislarlo en una habitación por algunos días. Así, podrá explorar rápidamente ese entorno limitado y sentirse seguro en él. Además de los elementos esenciales (agua, alimento, arenero), la habitación debería contar con varios escondites. Colocar cajas de cartón puede ser una solución alternativa. De esta manera, el gato más temeroso podrá refugiarse en ellas e ir ganando confianza. 

Es importante respetar el ritmo de cada gato en lo relativo a su adaptación a su nuevo entorno. En ningún caso se debe forzar a un animal temeroso, ya que podría ponerse aún más sensible. Es por esta razón que cualquier interacción debería ser placentera. Para lograrlo, hay que dejar que el gato se acerque a los miembros de la familia, ofreciéndole comida sabrosa, y darle la libertad para explorar su entorno, controlándolo de lejos. Con el paso de los días, cuando se sienta más a gusto, conviene abrir la puerta de la habitación y permitir que acceda a otras partes de la vivienda. Poco a poco, aumentaremos la distancia recorrida hasta que tenga acceso a toda la casa.

Prevenir los comportamientos indeseables

Si bien el gato posee una buena capacidad de adaptación, no debemos olvidar que es una especie que, al igual que el perro, también tiene necesidades. Por eso, si se desea lograr una convivencia armoniosa, es necesario no solo atender sus necesidades biológicas, sino también sus necesidades sociales y ambientales. En efecto, un animal que evoluciona en un entorno cerrado y que solo satisface parcialmente sus necesidades podría manifestar comportamientos considerados inadecuados por el ser humano, ya que esas situaciones lo harán vivir estrés a diario. Como el umbral de tolerancia varía en cada individuo, algunos serán capaces de soportar situaciones irritantes, mientras que otros serán más sensibles a cualquier alteración.

Algunos comportamientos son fáciles de prevenir. Por ejemplo, hay que evitar jugar con las manos y se deben usar más bien juguetes con varas, estilo caña de pescar. Así, el gato no asociará la piel humana con el juego y con morder.

Educación y cuidados diarios

Además de adoptar hábitos adecuados de interacción con el gato, también habrá que asegurarse de eliminar posibles peligros en la vivienda. Es por esta razón que conviene limitar su acceso a objetos frágiles que puedan caerse, a plantas tóxicas, etc. 

También habrá que prever elementos para su cuidado. Un cepillo y un peine para su pelaje y un cortador de uñas son indispensables. Para introducirlos y usarlos correctamente, presénteselos gradualmente en asociación con la comida, ya que es la mejor manera de hacer que la experiencia sea más placentera para el gato. Para cortarle las uñas al gato sin lastimarlo, consulte a un profesional que le mostrará cómo debe hacerlo.

Cuando cuesta más de lo esperado

Es común que a algunos gatos les cueste más adaptarse a un nuevo entorno y a nuevas personas. Los síntomas derivados pueden ser tanto físicos como de conducta. En caso de que el animal no esté en condiciones de atender sus necesidades primarias (comer, beber, orinar, defecar), es indispensable consultar primero a un veterinario para que controle la salud del nuevo compañero. Luego, un experto en comportamiento felino podrá establecer condiciones favorables para una buena adaptación y para lograr que reine la armonía en el hogar. 

06-05-2020