4 min.

Cómo convencer a mi gato para que me deje dormir por la noche

Son las 3 de la mañana, toda la familia está profundamente dormida cuando de repente un ruido interrumpe la calma. Como si fuera un gallo cantando a la salida del sol, el gato da la voz de alerta en plena noche con sus maullidos, utilizando su más melodiosa voz para estar seguro de hacerse oír. No hay nada que podamos hacer para que vuelva a acostarse. Nuestra mascota felina sigue maullando, a pesar de la intervención de un miembro de la familia que ya se despertó. Todo nos lleva a pensar que el gato tiene algún problema que lo vuelve tan madrugador, pero, ¿qué es lo que le sucede en realidad?

¿Por qué mi gato maúlla así?

Si bien el registro vocal felino es variado, parecería ser que el maullido típico fuese exclusivo para su comunicación con los humanos. En este sentido, las vocalizaciones de este tipo serán en su mayoría pedidos de atención, que se podrán interpretar según el contexto en que se produzcan. Además, con el tiempo, el gato podrá deducir que en ciertas situaciones el maullido le sirve para obtener lo que desea, según la respuesta dada por el humano. De esto resulta un aprendizaje por asociación en el que el maullido anunciará, por ejemplo, la llegada de la comida, la apertura de la puerta que conduce al exterior o caricias.

Mantener a su gato ocupado diariamente

A una gran cantidad de gatos domésticos les cuesta encontrar suficientes diversiones a lo largo del día. El hecho de que las casas no estén preparadas para responder a sus necesidades y la falta de interacciones sociales son factores que influyen en los comportamientos no deseados. En efecto, un gato sin actividades que lo lleven a gastar su energía física y cognitiva buscará ocupaciones que en ocasiones serán muy difíciles de tolerar para los humanos. La destrucción de muebles, las bromas pesadas y la vocalización excesiva o inoportuna son algunos ejemplos. Por eso, para resolver estos problemas es esencial brindarle muchas actividades al gato. Cuartos con muchas superficies en altura, acceso a las ventanas, estaciones alimentarias interactivas, sesiones de juego, entrenamiento para dar paseos y salidas con correa son actividades que deben incorporarse a la vida cotidiana de los gatos hogareños para proporcionarles una rutina que evite la aparición de comportamientos problemáticos.

Reemplazar los maullidos y las actividades nocturnas por el sueño

Debemos saber que el sistema nervioso está dividido en dos partes y que cada una de ellas cumple una función en la regulación del cuerpo. Una de ellas, llamada sistema nervioso parasimpático, es responsable de la digestión y del descanso. Esto explica por qué ciertas personas se sienten más cansadas luego de consumir una comida pesada. Lo mismo le ocurre al gato. Lo interesante es que es posible aprovechar este ritmo biológico para inducir un ciclo de sueño que sea más conveniente para la cohabitación con el ser humano. Por ejemplo, para favorecer el descanso, se recomienda intentar reproducir el ciclo del gato; es decir, cazar, comer, asearse y dormir. Así, al terminar el día, se le brinda una buena sesión de juego seguida de una comida en un comedero interactivo. Entonces, el gato estará ocupado física y mentalmente en acceder a su comida. Cuando haya terminado de comer buscará asearse y luego se adormecerá para hacer la digestión. Por ende, la frecuencia y la duración de los maullidos nocturnos deberían disminuir.

La solución al problema

Es muy importante analizar el contexto en el que se producen los maullidos no deseados, ya que dicho contexto nos indicará cómo intervenir ofreciendo al gato una alternativa que responda a la necesidad que expresa vocalizando. En reglas generales, hay que ignorar los maullidos hasta que el gato comprenda que con ese comportamiento ya no conseguirá nada. Ese período puede durar algunos días o semanas, según los casos, y habrá un período durante el cual el nivel de intensidad aumentará. Y como si se tratara de un último ruego para volver a conseguir aquello por lo cual está maullando, el gato se volverá más insistente cuando comprenda que lo que antes hacía ya no le sirve de nada. Entonces, ignorar totalmente al gato implica no mirarlo, ni tocarlo ni alimentarlo cuando vocaliza. Sumado a esto, brindarle o enseñarle una alternativa para conseguir lo que busca puede acelerar el proceso. Un cambio en la rutina también podría ser beneficioso. Por ejemplo, tomemos el caso del gato que maúlla para conseguir su comida. Probablemente haya deducido que maullar hace que la persona se levante y le sirva comida. Ahora bien, si la secuencia se modifica y la persona alimenta al gato más tarde, como por ejemplo después de tomar una ducha, será la ducha lo que anuncie la llegada de la comida más que la hora de levantarse.

¿Qué hacer si mi gato sigue maullando por la noche?

Ciertas alteraciones patológicas del comportamiento pueden originar maullidos excesivos por la noche. Por eso hay que mantenerse alerta para determinar si la aplicación de estos consejos básicos no mejora la situación o si el gato parece sufrir cuando no logra que se le preste atención. En estos casos, se requiere un plan de intervención personalizado, y únicamente un especialista en comportamiento felino calificado o un veterinario podrán ayudarle, en especial si se desea establecer un diagnóstico.

16-12-2019